El año 2012 me ha traido ya ademas de grandes preocupaciones (heredadas de 2011) tambien la alegria de recuperar a dos buenos amigos, de esos que lo son de verdad y ademas lo demuestran con su generosidad. Fui yo la que meti la pata en su dia y a ellos no tengo nada que reprocharles, al reves de agradecerles su generosidad cuando consciente de mi error dos años despues les pedi disculpas, me demostraron que no hay nada que perdonar cuando una amistad es sincera. Los quiero mucho y a ellos les dedico este fragmento de Socrates, el triple filtro, aunque creo que me lo debo aplicar yo, de cara al futuro, porque aunque no soy de las que dejan llevarse por historias, ni las escuchan de amigos suyos, a los mejores casi los pierdo por gilipuertas.. Espero que nunca me vuelva a suceder y para ello dejo grabado en mi blog, junto con mi alegria, estas palabras de el triple filtro, que creo que no llegaran a leer porque no suelen entrar por aqui, pero si alguna vez lo hicieran tambien es un regalo de enseñanza para su hijo Pablo, mi nuevo sobrinito :
El triple filtro
El gran filósofo Sócrates era muy conocido y respetado por todos en Atenas.
Un día, un conocido se encontró con él en la calle y le preguntó:
-¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
-Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.
-¿Triple filtro? -se sorprendió el otro-.
-Correcto -continúo Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el “examen del triple filtro”. El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
-No -dijo el hombre-. Realmente sólo escuché sobre eso y...
-Bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
-Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, al contrario.
-Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto.
-Así es -convino el otro-.
-Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo ?
-No, la verdad que no.
-Bien -concluyó Sócrates-. Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno y ni siquiera me es útil, ¿para que querría yo saberlo?
4 comentarios:
Extraordinario test.
Muy bueno... da que pensar...
Si usáramos más a menudo ese filtro, seríamos más felices.
Me alegra que recuperaras a tus amigos.
Rhiannon
P.S. Aunque no te cometo a menudo, te sigo leyendo.
Ayyyyyyyyyyy, el filtro!!!!
No me he olvidado de ti.
Feliz 2012
maite
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